De nuevo las cifras de desempleo vienen a sugerirme esta entrada en el blog. Pero, como siempre, intentemos buscar alternativas. Si esta es la razón por la que estás leyendo este artículo, bienvenid@.
Dice la Organización Internacional del Trabajo (OIT) que en 2013 los desempleados serán 207 millones en todo el mundo. Y no sólo eso sino que las cifras que se manejan son peores que las inicialmente previstas ya que si en principio se preveían que fueran 4 millones de personas las que perdieran el empleo en el próximo año, las cifras han tenido que ajustarse hasta los 7 millones. Y así ya son 30 millones las personas que han perdido su empleo desde que hace cuatro años se iniciara la crisis.
En España las cosas no van mucho mejor. Una de cada cuatro personas que están en edad de trabajar y quieren hacerlo, no pueden. Del mismo modo, los autónomos y las pequeñas empresas han sido las que más han sufrido la crisis. Y cuando acabe 2012, dos de cada diez pymes habrán cerrado este año porque es imposible acceder a créditos, el consumo se ha desplomado, las subvenciones prometidas no llegan y el IVA ha subido. Cuestiones todas que hacen descartar cualquier idea de emprender un nuevo negocio con el sistema tradicional.
Ante estos datos desoladores que demuestran que algo ha fallado en el modelo económico mundial, se vislumbra una luz, una alternativa que nos llega también en forma de una cifra: 100 millones de personas trabajan en el Marketing de Redes, el Multinivel, el Network Marketing, el MLM… como lo queramos llamar. Pero el caso, es que todas estas personas han visto en esta forma de autoempleo basado en un sistema de distribución en red una solución para encontrar ingresos sin tener que preocuparse por los problemas habituales que suponen tener tu propio negocio.
El MLM es una alternativa a la nada que nos rodea. Una alternativa de empleo clara y efectiva para aquellos que
han decidido tener su propia fuente de ingresos. Sobre todo ahora, en tiempos de crisis, cuando la esperanza de ser contratados por cuenta ajena es más una utopía que otra cosa. Y es que el Network Marketing permite autoemplearse sin asumir grandes riesgos y generando ingresos rápidamente. Con poca inversión y cero trámites administrativos, cualquier persona -sin exigirle formación académica y sin tener en cuenta su edad o situación laboral-, puede ponerse a trabajar en su red de distribución inmediatamente. La inversión está al alcance de la mayoría de la gente y puede recuperarse a las pocas semanas si trabajas para ello, la empresa a la que te asocias te ayuda constantemente y se preocupa de tu formación. Y, sobre todo, la apuesta es por un modelo que ha demostrado frente a otros –el tradicional, por ejemplo- que aun en época de crisis como la actual, no sólo ha descendido sino que sigue creciendo.
Así que, para trabajar en MLM, sólo hace falta querer. Y ya sabemos que quien quiere, puede.