Arrancar tu propio negocio no es fácil. Y no lo es porque normalmente olvidamos una serie de normas imprescindibles que nos ayudan a quitarnos de encima un lastre que nos impide avanzar y comenzar con lo que sin duda sería un cambio sustancial para nuestra vida. Una forma de superar el vértigo que supone alejarnos de nuestra zona de confort pero también de hacer realidad una inquietud y convertir nuestra idea en negocio.
Nunca parece ser el momento idóneo para lanzarnos al ruedo del emprendimiento. Siempre nos falta algo para que sea el lugar, el momento o el producto perfecto para comenzar. No tengas miedo de eso: hay que aprovechar lo que tenemos y tiempo habrá para perfeccionarnos. El público, nuestros clientes, serán nuestro mejor termómetro, quienes nos hagan modelar lo que ofrecemos. Relaciónate con ellos y aprovecha la interacción y las críticas para mejorar. También el aprendizaje nos ayudará a seguir avanzando y no quedarnos estancados. No debemos cansarnos nunca de aprender ni creer que lo sabemos todo. Estaremos cometiendo un grave error que puede costarnos muy caro.
Elegir un buen equipo con el que crecer, con el que te complementes y con el que compartas objetivos comunes, es esencial. Del mismo modo que dar con un buen espejo en el que mirarte, te ayudará a tener una buena guía. Inspírate mirándote en los mejores.
Tener claro nuestro objetivo, trabajar en las metas que nos propongamos, nos ayudará, sin duda, a organizar nuestro tiempo para cumplir con las tareas que supone nuestra nueva vida como emprendedores y como nuestros propios jefes.
Aprovechemos cualquier cuestión que esté a nuestro alcance para promocionar nuestro negocio. La tecnología, las redes sociales, el boca a boca, la publicidad tradicional, todo es bienvenido si nos ayuda a contar qué estamos haciendo y a llegar a más gente. Si no nos conocen, si no saben a qué nos dedicamos, difícilmente ese contacto, ese amigo, ese conocido, ese desconocido, podrá convertirse en nuestro cliente. Así que habla de lo que haces. Cualquier lugar es bueno y cualquier medio también. Eso también es emprender. Hazlo y me cuentas qué tal te ha ido…