¿Qué he querido decir cuándo he titulado de este modo este post? Pues ni más ni menos que hay aspectos que definen a cada negocio multinivel que nos dan las claves para saber si es el que nosotros debemos desarrollar. En otra entrada de este blog, hablaba sobre cuál es la mejor empresa multinivel, pues en ese sentido también va lo que hoy quiero deciros: hay factores que determinan si debemos o no dar el paso e implicarnos en una empresa que nos han presentado. Porque ese es precisamente el problema: hay tantas empresas multinivel y hay que trabajar tanto para tener éxito que lo mejor que podemos hacer es analizar cuándo sí y cuándo no estamos ante ‘nuestro’ negocio.
Lo primero que debemos sentir es emoción cuando nos lo presentan. Es el mejor termómetro para saber si estamos ante algo que va a ser importante en nuestras vidas. Emprender un negocio sin sentir cosquillas en el estómago es el error más grande que puedes cometer. Comenzar por inercia porque alguien a quien conoces ha empezado y sientes que le debes el favor porque él formó parte de tu equipo en algún momento o hacerlo sólo porque tu patrocinador en otros negocios lo ha hecho y se lleva con él el grueso del equipo, será en el 100% de los casos tirar el dinero de tu membresía.
Otra de las cosas que deberás tener en cuenta para decidir cuándo sí o cuándo no iniciar una nueva aventura empresarial es analizar ‘tu momentum’. ¿En qué negocios estás? ¿Cuánto tiempo tienes? ¿Cuáles son tus objetivos? ¿Qué estás buscando? ¿Estás satisfecho con tu proyecto actual? ¿Puedes asumir nuevos retos? Las respuestas a estas preguntas podrán hacer que te plantees o no hacer un nuevo multinivel.
Para mí, y después de alguna que otra experiencia desagradable, es un rotundo ‘no¡ iniciar un negocio que no me ofrezca estabilidad a largo plazo y garantías de continuidad. Ineludiblemente cada empresa que lleva años en el sector ha tenido que arrancar y vivir su primer año – todos los caminos comienzan con un paso- pero hay algunas en cuyo nacimiento ya se intuye que no pretenden ser más que un ‘pelotazo’. Yo a esas empresas les digo ‘no’. Te doy un consejo en este sentido: haz un rastreo para conocer la reputación de la compañía y del producto que ofrece. Pero sé inteligente y distingue en los comentarios negativos que existen de cualquier empresa –sea de MLM o no- en internet aquella que procede de los típicos frustrados que querían ganar dinero sin trabajar de esa otra información que puede darte algún conocido o persona que sabes que cuando inicia algún negocio se compromete con él.
No me gustan las empresas que no son transparentes. Aquellas que no se identifican con un dueño al que poner cara y conocer su trayectoria e incluso conocer en algún evento y las que no te dan la posibilidad de conocer físicamente sus oficinas y/o sus fábricas, a mí me hacen desconfiar. Así que para ellas es mi ‘no’.
Una empresa con letra pequeña, contratos confusos, falta de comunicación, ausencia de atención al distribuidor, que cambia con frecuencia sus estrategias y planes de compensación no parece ser el mejor lugar donde puedas trabajar y desarrollarte profesionalmente. En este caso yo digo ‘no’.
Siempre hay que decir que ‘no’, si quieres salvaguardar tu reputación y los intereses de tu equipo, a las empresas que no son legales. También a aquellas que pretenden hacer un desembarco masivo en todos los países sin pararse a mirar cuál es la normativa sobre MLM en cada país porque eso traerá problemas seguro.
En mi opinión hay que decir ‘sí’ sólo si la empresa cumple con estos requisitos: su producto es bueno y tiene una buena distribución, está en precios de mercado y, sobre todo, si es un producto con el que te identificas. Si, por el contrario, jamás lo consumirías, esta empresa rotundamente no es para ti.
También es importante para decidir si es o no tu multinivel saber si los objetivos de venta están dentro de tus posibilidades y si cuenta con un plan de retribución moderno que fomente el trabajo en equipo. Una compañía que te hace ganar dinero y además es solidaria y ayuda con los beneficios a personas con necesidades especiales dice muchas cosas positivas sobre ella.
Para mí hay que decir que ‘no’ cuando la compañía que te ofrecen está en ‘stand by’. Es decir, está viviendo un parón para resetearse porque han detectado que algo que no funciona puede ser mejorado. Querer rectificar puede ser algo muy positivo pero hay que esperar a ver si la compañía es capaz de superar ese parón y cumplir con las expectativas que se había propuesto.
Tener un patrocinador que te cuide es muy importante pero cuidado con la persona a la que eliges para seguir ya que pronto te identificarán con ella. Sucede a veces que hay duros enfrentamientos entre personas concretas dentro de una compañía que pueden repercutir en su equipo aunque cada uno seamos dueños de nuestro propio negocio y distribuidores independientes. Así que una empresa que se preste a fomentar el enfrentamiento entre distintas líneas puede ser letal para ti aunque tu comportamiento sea intachable.
La exigencia de la exclusividad con una compañía, sobre todo si no es comunicada al comienzo de tu relación con ella, es algo que también te debe hacer pensar si es adecuada para ti.
Decidir cuándo sí o cuándo no es algo muy personal. Yo sólo he pretendido darte mis claves, que ahora te resumo en este cuadro:
CUÁNDO ‘SÍ’
Te emociona
Es ‘tu momentum’ Te ofrece estabilidad y garantía a largo plazo Buena reputación Transparente: conoces a los dueños y puedes conocer sedes y/o fábricas Producto de calidad y con buena distribución Producto a precio de mercado Te identificas con el producto Objetivos de venta realistas Plan de retribución moderno Solidaria
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CUÁNDO ‘NO’
Entras por inercia
No es legal Se precipita en la entrada de nuevos países Contratos confusos, letra pequeña No hay comunicación y carece de servicio de atención al representante Cambia frecuentemente plan de pagos Nunca consumirías el producto Fomenta el enfrentamiento entre líneas Te exige exclusividad sin haberlo dejado clarocuando entras Tienes un buen patrocinador
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