Cuando uno se mira por dentro, cuando uno se conoce bien, puede afrontar cualquier cosa que venga. Conocer nuestros límites y nuestras necesidades nos ayuda a ser honestos y a ponernos unos objetivos reales que podamos conseguir sin tener que frustrarnos.
No es fácil hacer este ejercicio. Probablemente para hacerlo, necesitaremos ayuda. Para empezar tendemos a no ser objetivos con nosotros mismos. No lo somos para reconocer nuestras virtudes ni tampoco nuestras carencias. Así que estaría bien que alguien en quien confiamos o un profesional si no existe esa confianza bien asentada, nos ayudara en hacer un mapa de nuestras fortalezas y debilidades (DAFO). Un DAFO es esencial para acometer un negocio y no hay emprendimiento mayor ni más importante que la propia vida.
Para hacer ese trabajo podemos empezar analizando qué hacemos bien, en qué somos buenos, qué se
nos da bien. Observemos las cosas cotidianas, qué es lo que los demás agradecen de nosotros o qué nos encargan que hagamos por ellos o para ellos. Eso que se nos da bien y nos gusta hacer es nuestra mayor fortaleza. Cuanto más potenciemos nuestras habilidades, más satisfacciones obtendremos. Podemos trabajar nuestras debilidades pero nada será más productivo ni nos aportará más que explotar nuestras habilidades puesto que si somos capaces de trabajar en aquello que se nos da excelentemente bien y de lo que además disfrutamos, no tendremos miedo a las horas y el esfuerzo que supone el trabajo diario.
Exploremos nuestras cualidades. Si somos capaces de hacer una radiografía de ellas, tenemos gran parte del trabajo hecho.
Para alcanzar el porcentaje restante, hay que establecer primero unos objetivos reales de acuerdo a ese DAFO sincero y después decidir hasta dónde estamos dispuestos a llegar para conseguir alcanzarlos. De aquí es esencial saber cuáles son nuestros límites y también las prioridades que mueven nuestra vida. De ese modo, sólo tenemos que decidir qué necesitamos para cerrar el círculo.
¿Qué nos falta ahora para conseguir los objetivos marcados? Sólo crear un entorno y las situaciones idóneas que nos ayuden a hacerlos nuestros.
